lunes, 30 de mayo de 2011

Ciudades Visibles. Edificio de Correos en Madrid.

¡¡Esta semana tenemos una nueva fotografía de una amiga de Arqsite Madrid!!


¡Se trata de la privilegiada vista de Madrid desde la cubierta del edificio de Correos!
¡¡Y tenemos más fotografías que iremos colgando estos días!!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Ciudades Visibles. Chillida en Barcelona.

¡Aqui tenemos una nueva imagen de nuestro colaborador Javier Echenagusía para la sección de Ciudades Visibles!

La fotografía muestra una imagen de Chillida en una medianera de la ciudad de Barcelona.


"Desde que descubrimos que las cosas manchan, nos empeñamos en transmitir nuestras inquietudes. Nos quitaron las paredes de la caverna, pero siempre nos quedarán las medianeras".

lunes, 16 de mayo de 2011

Arquitectura al día. El Metropol de la Encarnación, Sevilla.

En el centro de la ciudad de Sevilla, en España, se ha levantado el Metropol Parasol de la Encarnación, propuesta ganadora de Jürgen Mayer para la renovación urbana de la Plaza de la Encarnación, concurso organizado por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla el año 2003.


 La historia de dicha plaza arranca en 1810, cuando es demolido el convento de monjas agustinas pasando, después de 32 años, a usarse como mercado de abastos en un nuevo edificio construido para tal fin. Un siglo después (1973) el edificio es derribado por el deterioro de su estructura, trasladándose los puestos de venta a un lugar provisional en un extremo de la plaza. Desde entonces, todo ese espacio urbano se utilizó como zona de parking. Es en el 2003 cuando se organiza un concurso de ideas para dar solución al problema urbano que presentaba la Plaza de la Encarnación.

El encargo suponía la reactivación de la plaza. Se pedía la conexión entre norte y sur del centro, la reposición del antiguo mercado demolido en los 70, la integración de los restos arqueológicos encontrados en excavaciones y resolver el actual uso de punto de intercambio de transporte público, integrando una estación de metro planificada en la plaza.

La respuesta de Jürgen Mayer consiste en una remodelación de la plaza en varios niveles: en el nivel -1, el museo arqueológico, alrededor de las ruinas romanas encontradas durante las excavaciones; en el nivel de suelo, las instalaciones para el mercado existente; en el nivel +1, una plaza elevada, conectada por escaleras al nivel de calle y, por ultimo, con 30 metros de altura, el Parasol propiamente, consistente en 6 columnas que cubren la plaza, soportando una cubierta habitable que contiene un restaurante y un paseo aéreo en el nivel superior, mirador sobre la ciudad.




La estructura de Metropol Parasol está compuesta por 3.500 piezas de madera que suponen un peso de 1,3 millones de kilogramos o 3.500 metros cúbicos de madera. De las 3.500 piezas, 350 corresponden a los troncos de los seis parasoles: cada tronco de parasol está recubierto de 50 a 80 elementos de madera, mientras que el resto de elementos corresponden a las copas.
Las piezas están montadas en 2.500 nudos, requiriendo un total de 12.000 uniones de secciones y 15 millones de clavos. Durante el montaje han intervenido hasta un centenar de personas. Para el transporte de la madera se han requerido 90 transportes especiales desde Alemania y el doble para el transporte desde la nave donde ha recibido el tratamiento protector de poliuretano hasta la obra.


Esta estructura de madera recubierta de poliuretano, que parte desde el nivel de las excavaciones arqueológicas y crece adoptando una singular forma, está destinada a convertirse en un símbolo de la ciudad y es que esta nueva oferta multifuncional  constituye un elemento clave para el desarrollo cultural y comercial del centro de Sevilla.

viernes, 6 de mayo de 2011

Ciudades Visibles. Círculo de Bellas Artes.

¡Añadimos una nueva imagen a Ciudades Visibles!

¡Una fotografía del Círculo de Bellas Artes desde la calle Alcalá!

martes, 3 de mayo de 2011

Arquitectura y cine. Bach & Portabella


Arquitectura también es lo que se escucha en ella.


De la misma manera que Bach controlaba la arquitectura de los sonidos y transmitía su energía, Portabella afirma, y quizá debamos darle la razón, que él llevó la música a la imagen.

En el prólogo de El silencio antes de Bach, Portabella nos presenta ya esa comunión entre la arquitectura, la música y cómo ésta es materializada en la pantalla:


El silencio se rompe con la entrada de las notas que pasan a ocupar todo el espacio, llenándolo al tiempo que la pianola recorre la sala. A continuación, un hombre ciego camina por la misma sala en sentido inverso y guiado por su perro para llegar hasta un piano que afina. En esta ocasión, los focos de la película ya no se ocultan, todo queda al descubierto porque la arquitectura aquí ya no es la que se ve, sino la que se escucha. Y es que efectivamente el espacio está (o mejor dicho, debería estar) también concebido para lo que en él se escucha: desde el auditorio hasta la discoteca o desde la biblioteca hasta el bar. ¿Y dónde escuchamos el órgano si queremos acudir a un concierto de Bach? Lo más probable es que éste se lleve a cabo en una iglesia. Sin embargo, a día de hoy, la música, sea cual sea, irrumpe casi en cualquier parte.

Pere Portabella no realiza el clásico biopic con el que contar la historia de un genio, sino que busca en la forma de la propia música de Bach, en su espíritu, para llevar a cabo un montaje lleno de saltos en el tiempo sin continuidad narrativa a través de los siglos XVIII, XIX y XXI, donde comprendemos la importancia de Bach y su alcance en cada uno.
Indaga en el vínculo de la música de Bach con la arquitectura de su tiempo, donde Bach aplicaba casi la misma relación numérica que los arquitectos. De esta manera, el director busca, con los planos, la repetición de los sonidos, el recorrido de los edificios, de sus interiores y sus detalles o el caminar por dentro de los vagones de metro observando el ritmo de esta música.
Esta manera de componer con el montaje, que para cualquier cineasta es la gramática de su discurso, también es la arquitectura donde queda articulado el film.

Pablo Barrón Muruais