Con las “Paradojas de la Complejidad, Espacios de la Creatividad” como telón de fondo, se celebró el pasado 22 de marzo, en el Matadero de Madrid, el Ménage à Trois entre el Arquitecto Andrés Perea, el Doctor en medicina, Psiquiatría y Psicoanalista Nicolás Caparrós y el Profesor de Medio Ambiente y Sociedad y, como él se hace llamar, antropólogo de “esa Tribu que sois los Arquitectos”, Emilio Luque.
Para abrir boca los tres invitados abrumaron al público asistente colmando la sala taller con numerosas nociones que parecían tener más relación con la estructura primaria de una proteína o con las redes neuronales, que con el Acto, en sí, de Crear.
“Sistemas no lineales”, “Sistemas Autoorganizados” de tipo débil y fuerte, “Actos Intencionales”, “Entropía”…
Frases como “es más complejo un sistema encontrado en una cucharadita de suelo, que el sistema que rige al ejército americano” conseguían devolver al público a la realidad de la sala.
Y entre tanto concepto, poco a poco, destellos de lo que realmente convocó a los asistentes.
El Acto Creador como Concepto Emergente.
El debate aportó más preguntas que respuestas, y es que, ¿es la Obra de un Arquitecto un sistema complejo? ¿Es el propio Arquitecto dicho sistema? ¿El Acto Creador es, en sí, un sistema complejo adaptativo?.
El Arquitecto debe entender su Obra como una Evolución.
Al igual que en la propia naturaleza, desde el comienzo frente al papel en blanco, el proyecto se presenta como un sistema en el que participan múltiples agentes que aportan nuevas propiedades.
Tanto la Obra, como el Arquitecto deben adaptarse a ellas y evolucionar. Y dicha Obra originará a su vez nuevas propiedades que hasta ahora eran desconocidas.
Todo esto genera un sistema complejo que, según los conferenciantes, no se debe resolver ni racionalizar, ya que esto sería “nocivo” para el propio acto de Crear.
Sólo los Héroes intentan resolver. Sin embargo, los Anfitriones, sabiamente gestionan.
Y es que, ¿no podemos ser un poco Héroes y un poco Anfitriones?
Lo perfecto es imposible, sin embargo lo complejo y el desorden generan el caos.
El acto de proyectar se desarrolla en un periodo de tiempo limitado, y todos los factores tienen que ser controlados. ¿No es “la razón” también necesaria?
Como la Obra de un Arquitecto, el debate no fue concluso.
El evento fue un éxito absoluto de asistencia. No faltaron los refrescos y las cervezas.
Nosotros repetiremos siempre que nos sea posible y recomendamos encarecidamente que vayáis a la próxima cita si tenéis la oportunidad.
Nosotros, tenedlo por seguro, os avisaremos a través del blog y de facebook.
Marina Alonso.
Arquitecto por la ETSAM.
